Para los que no pudisteis asistir y para quien quiera tener un pequeño guión de la charla que se impartió la semana pasada, Juan Buil nos ha remitido un breve resumen de su sesión.
Esperamos que sea de ayuda.
“La importancia de la Inteligencia Emocional en la educación de los hijos”
¿Por qué no siempre triunfan los más inteligentes?
15 de noviembre de 2012, Juan Buil, jbuil@motio.es
1. Ayudar al niño a identificar sus puntos fuertes. Ej. Anuncio de uno mismo
2. Diferenciar la crítica personal de la derivada del comportamiento. Cuidado con etiquetar.
Cómo potenciar el autocontrol:
1. Aclarar que la tristeza y la injusticia son inevitables.
2. Explicarle como no sentirse mal ante la frustración, Ej. “Imagina que estás en una carrera y pierdes, ¿Qué podrías pensar para sentirte mejor?”.
3. Potenciar al máximo el sentido del humor y el optimismo. Símbolos de inteligencia.
Cómo potenciar la automotivación: Desarrollando al máximo la “sana” autoestima:
1. Elaborar un inventario de éxitos personales (o profesionales), ¿Qué hago especialmente bien?.
2. Desarrollar un diálogo interno positivo, ¿Me ayudo o me perjudico?.
3. Potenciar el entusiasmo (necesario para ser creativo y disfrutar) y la actitud de gratitud.
4. Mostrarles la vida oculta de cantantes, deportistas o familiares. Detrás de la imagen más difundida suele haber mucho esfuerzo y lucha ante la adversidad.
Cómo potenciar la empatía:
1. Potenciar la escucha activa.
2. Prestar atención concentrada también para la buena conducta.
3. Desarrollar una actitud abierta ante los problemas de los demás. Ej. “Si un niño le dice a otro: ¡todo me sale mal!, ¿Qué le podemos decir?”.
Cómo potenciar la comunicación:
1. Transmitiendo la importancia de la comunicación no verbal.
2. La sonrisa y el tono de voz comunican (nos guste o no).
Los padres con elevada Inteligencia Emocional:
1. Están presentes de forma cálida y próxima.
2. Pocas reglas pero claras.
3. Viven en un ambiente motivador y estimulante.
4. Aceptando a la persona. Siempre.
5. Potenciando sus habilidades.
6. Ofrecen orientación más que control.
7. Manejan buenas medidas disciplinarias. Saben corregir.
8. Desalientan el comportamiento dependiente: evitan la nefasta sobreprotección.
9. Viviendo las consecuencias de lo que sucede al incumplir las normas.
10. En definitiva, estimulando su autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades sociales.
Muchas gracias, Juan Buil
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